Todo lo de Dios es de pago
Ser un empresario católico no es nada fácil. No solo tienes que lidiar con las dificiltades propias de los proyectos, sino que además, debes dar explicaciones a tus hermanos en la fe de cosas que aparentemente son obvias, pero finalmente te das cuenta que no lo son tanto.
De todos los años que llevo dirigiendo proyectos como Cathopic o Holydemia, hemos recibido en incontables ocasiones comentarios del tipo "todo lo de Dios es gratuito". Estos comentarios hacen referencia a cuando en ambos proyectos decidimos implementar un modelo de negocio porque sencillamente las donaciones no funcionaban.
A algunas personas no les basta que Cathopic ofrezca más del 50% de sus recursos totalmente gratis. Tampoco les basta que de los 70 cursos de Holydemia, 30 sean gratuitos. No. La gente lo quiere todo sin que eso afecte a su bolsillo.
Esta mentalidad verdaderamente es muy nociva para el crecimiento de la Iglesia católica. Las personas que se han agarrado al tópico de lo gratuito probablemente no tengan ni la menor idea de lo que conlleva realizar un proyecto de evangelización, ni los enormes costes que supone.
A veces pienso que los proyectos de la Iglesia deberían tener planes y suscripciones. Así las personas comenzaríamos a valorar más lo que se nos da gratis y seríamos más conscientes del servicio que hay detrás de cualquier iniciativa evangelizadora. Nos hemos acomodado.
Hasta el jueves que viene.